miércoles, 6 de mayo de 2009

De Galaxias y Pajaritos.

Un mínima porción absurda e imperceptible, un espacio vacío entre los las estructuras atómicas de uno y de otro, en cada voz que se esparce en el aire en cada lágrima que el cielo dispara.
Una nena posa su mirada tríptica ante el todo y simula mirarse mujer, comparte sentirse humana y se asusta sabiéndose contemporánea. Entonces el resto hace el resto, timonea solo en una Vía Láctea de sensaciones, como si fuera poco hace que ella misma se sienta liberada, tan imperceptible dentro de esos grupos locales percibidos, tan distantes y tan unidos. La órbita de uno de ellos forma un cuerpo que sonríe, y ser pequeña la hace enorme y ser enorme la destruye. Ya no hay formas ni razones, ni equilibrios ni distancias, nada importa si todo es tan amplio, nada importa ahora porque hay dos alianzas que unidas al fin, se hacen a un lado. Entonces la belleza de lo inexplicable rescinde en esos ojos como lazos que ahora pueden observarse como pasado. Están implotando, por dentro y por fuera como supernovas, su amor es tan fuerte, aquella niña se hizo mujer dentro de una atmósfera llena de atrofiados, y una estela al rescatarlo supo desde los comienzos que cada cosa existe porque existe alguna otra, y que no hay nada más galáctico que tenerlo a su lado.

0 comentarios:

Publicar un comentario